La planilla del “Grupo Ecatepec” que participa por la presidencia municipal de Calimaya, encabezada por Omar Sánchez Velázquez, para la alcaldía, y por Laura Escamilla, para una regiduría, no solamente no fue capaz de convencer a la ciudadanía calimayense, sino que, de plano, ni siquiera fueron capaces de inscribirse para el Debate Presencial de Calimaya, organizado por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM). Por consiguiente, la planilla se derrumba.
Omar Sánchez Velázquez -pupilo de Fernando Vilchis, llamado “El Patrón de Ecatepec” y presidente municipal de Ecatepec con Licencia- no aceptó participar. ¿Por qué?, hasta el momento ni el propio Omar brinda una explicación razonable.
Omar Sánchez Velázquez, “El doctor o el no doctor” -tampoco se sabe si cuenta con cédula profesional para ejercer la atención médica- simplemente se quedó al margen de lo que será un interesante debate el próximo sábado, en las instalaciones del IEEM.
Sin ninguna explicación de por medio, Omar Sánchez Velázquez, “El Doctor”, no da la cara. No da explicaciones. Ni mucho menos difunde sus argumentos. Simple y sencillamente ninguna calimayense ni ningún calimayense sabe la razón de su negativa.
Un político que no informa al pueblo sobre sus decisiones, sus razones y sus argumentos, en los tiempos de su campaña politico-electoral, será -quiérase o no- un político que en los tiempos de servidor público tampoco informara a la ciudadanía, tampoco la tomará en cuenta y tampoco le rendirá cuentas.
Omar Sánchez Velázquez debió pararse frente al pueblo e informar su negativa al debate. Frente al pueblo decir el argumento de no presentar sus propuestas en una transmisión por internet que la verán cientos, miles, de calimayenses.
Tal vez. No quiso participar para no verse expuesto por su estrecha relación con el Grupo Ecatepec; por su relación con “El Patrón de Ecatepec”; por ser un impuesto del ecatepequense Fernando Vilchis; porque deberá exhibir el título de médico; porque tendría que mostrar la cédula profesional para ejercer la carrera de medicina, etcétera, etcétera y más etcéteras.
Sea por todas esas razones y por otras más, Omar Sánchez Velázquez no quiso pararse frente a las y los calimayenses. No quiso aclarar temas pendientes. No quiso aclarar paradas. En pocas palabras, no quiso rendir cuentas al pueblo de Calimaya. No quiso transparentar todo lo concerniente a su participación en este proceso electoral.
Es entendible.
Dar la cara a tantas dudas, dar la cara a tantos cuestionamientos, no es, no debe ser, sin lugar a dudas, nada sencillo, nada fácil.
Por eso, por eso, su ausencia en el Debate Presencial del IEEM.
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